martes, 29 de enero de 2013


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MARTES, 28 de enero de 2013

La familia AFECTIVA

POR.ESTILITA RAMOS. | General | Comentarios  | Referencias |Aporte


MARTES, 28 de enero de 2013

 La Afectividad

      La  afectividad sana en el seno familiar es como una herramienta necesaria para el sano desarrollo de los  hijos pertenece al sentimiento  a la emoción; es la capacidad para vincularse con el mundo y con uno mismo, para querer y darle valor a las cosas, para sentirse afectado, para relacionarse nosotros.
     La afectividad es un regalo de Dios, que recibimos desde la concepción, al hijo por nacer le afectan los estados de ánimo de la madre y la relación que ésta va teniendo con el niño que espera.

Familia.

     La persona  están  hecha para amar, y sólo amando pueden ser felices, los padres son encargados  de ayudar a sus hijos a desarrollar su capacidad de amar mediante una formación integral, que  involucre todas las facultades de la persona y su dimensión social. A si mismo  reciben la responsabilidad no sólo de nutrir y satisfacer las necesidades materiales y culturales de sus hijos, sino, todo, el deber y el derecho de ser los principales educadores de ellos enseñándolos a vivir en la verdad y el amor. La familia deberá ser capaz de ofrecer una atmósfera impregnada de amor,  y amar  como el saberse amado. Esta realidad les permite experimentar la seguridad que constituirá la base para su formación afectiva.
     En  la familia es donde el niño podrá seguir creciendo, por la gratuidad del amor en las relaciones, por la tranquilidad de pertenencia, por la honestidad de los sentimientos y emociones, por la necesidad de compartir efectos y por la diversidad de sus miembros pertenecientes a un mismo tronco. De allí la importancia insustituible de una familia unida por lazos de afecto permanente cultivados y acrecentados para el rico desarrollo de la humanidad.
     Todos necesitamos afecto porque siempre será necesario revisar lo recibido, sanar las heridas que se hayan podido producir en el camino, aprender a amar de manera personal y, para ello, vivir el proceso más lento o más rápido, que ha de sacarnos del auto referencia, del egoísmo para descubrir al otro.
     La capacidad de amar es resultado del desarrollo afectivo que ha tenido el ser humano durante sus primeros años de su vida, mediante un proceso continu o y secuencial que pasa por la infancia, adolescencia y se posterga hasta la madurez y vejez.

     El amor en la familia no es algo que se tenga que dar porque si, este sentimiento es fundamental   aprender  amarse, a cuidarlo, así como proyectarlo a la sociedad.
      En el  seno   familiar, ese amor ve fluyendo  para  cultivar los valores del ser humano, enseñarlo a pensar, a profundizar, a reflexionar, hacerle ver y sentir que el respeto es el guardián del amor, así como la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, es ahí en donde la familia,   invitan a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a la sociedad preparados  e íntegro  en  todas sus potencialidades para que logren alcanzar lo más cerca posible sus objetivos en la vida para que puede ser felices.
     Los humanos están hechos para amar, y sólo amando nuestros hijos son felices,  ayudarles, a desarrollar su capacidad de amar, es importante porque el amor los involucra en todas las facultades  y su dimensión social;
      En la educación, los padres son principales formadores para el amor y la vida. Al dar la vida, los padres reciben la responsabilidad no sólo de nutrir y satisfacer las necesidades materiales y culturales de sus hijos, sino, sobre todo, el deber y el derecho de ser los principales educadores de sus hijos de llamarlo a vivir en la verdad y el amor.
     Seguridad que constituirá la base para su formación afectiva.